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5 imprescindibles para preparar la piel para el verano

Llegó la primavera y con ella comienza la cuenta regresiva: el calor y la temporada de sol pleno están a la vuelta de la esquina. Ya va siendo hora de ponerse en marcha para lucir espléndidamente. Pero atención: ¿sabes realmente cómo preparar la piel para el verano?

Por si acaso, te revelamos nuestras cinco claves secretas para que junio no te pille en falta y con la cara y el cuerpo a medio rehabilitar. Apúntalas y presta especial atención a los detalles y recomendaciones.

Cómo preparar la piel para el verano en 5 pasos

Se trata de cinco peldaños hacia una piel perfecta. Suma a ellos una nutrición saludable y una hidratación adecuada. Por último, un consejo de regalo: no improvises cuando se trata del cuidado de tu piel. Adquiere para ello productos de calidad y de marcas confiables.

  1.  Puesta a punto, primer paso. La depilación: elemental para todos y todas. No hay piel limpia y resplandeciente si no hubo antes una depilación total. ¿Qué significa «total» en este caso? Íntegra, de pies a cabeza: cejas y entrecejo, región del rostro que rodea los labios, bozo, zonas íntimas, brazos y piernas (a gusto de cada cual) y hasta dedos de los pies donde, muchas veces, crecen indeseables vellos (nada bellos, por cierto).

    Para ello existe en el mercado una infinidad de productos depilatorios especialmente apropiados para cada tipo de piel (que no te dé lo mismo cualquiera). Entre esos artículos depilatorios la cera de abeja para mujer y hombre. ¿Qué tiene de especial? Es 100 % natural y protege la piel. Es un producto antibacteriano, antialérgico, antiinflamatorio y antioxidante. Pero cuidado: recuerda depilarte y exponerte al sol recién a los dos o tres días; así sortearás un daño evitable.

  2. Pulido de la piel y rehabilitación completa. Una buena exfoliación es fundamental para continuar el proceso de mejora de la calidad de tu piel. ¿Lo sabías? Permite renovar la epidermis y eliminar las células muertas que a diario se acumulan en las primeras capas cutáneas del rostro y el cuerpo.

    Para lograr buenos resultados, al menos una vez a la semana (mejor dos, pero no más) utiliza un producto especialmente indicado para ello (uno para la cara y otro distinto para determinadas zonas corporales). Te ayudará a limpiar y refrescar la piel que se bronceará de forma pareja y lucirá perfecta en traje de baño. Tip adicional: si deseas nutrir la piel y unificar su tono, usa un exfoliante con vitamina C y poderes antioxidantes.

  3. Una buena dosis de humectación resulta ideal. La hidratación le aporta a tu piel el brillo, la luminosidad y la densidad que se pierden durante las épocas del año frías y secas. Una mascarilla una vez a la semana en la comodidad de tu hogar y con productos de calidad asegurada, serán tus aliados de aquí a junio.

    Además, la humectación diaria con una buena crema para el día (apenas te levantas) y otra para la noche (al acostarte) complementarán el tratamiento de rehabilitación que necesitas para que tu piel esté preparada para soportar las altas temperaturas venideras. Recuerda que hay cosméticos para cada tipo de piel y que tú deberías optar por los que protejan tu rostro y tu cuerpo de la mejor manera.

  4. Un plus de nutrición para tu piel y casi terminas. No siempre la alimentación suple las necesidades de tu piel ante la sudoración, la exposición solar y la falta de nutrientes o sales que caracteriza al verano. En ocasiones, un nutricosmético puede llegar a ser de mucha utilidad. Actúa desde el interior y brinda un efecto antienvejecimiento, potenciando las defensas naturales y preparando la piel para combatir a los radicales libres.
  5. Paso final: protección solar oportuna para cada hora del día. Hay un truco para no fallar: sombra corta, riesgo solar alto; sombra larga, riesgo bajo. Es decir, en horas cercanas al mediodía y hasta las cinco o seis de la tarde, la protección solar es indispensable, y el resto de las horas, muy recomendable.

    Ten en cuenta que el daño solar es acumulativo y supone un problema de gravedad variable de cara al futuro. Utiliza protectores y pantallas solares de marcas reconocidas que se adapten a tu tipo de piel, a tus hábitos y actividades diarias. Aplica una buena cantidad de producto. Y no te olvides que, debido a que se absorbe rápido con la exposición solar y el paso del tiempo, renuévalo cada dos horas para garantizar el «daño cero».

Ahora que conoces los cinco pasos imprescindibles para llegar con la piel renovada al verano, no pierdas un minuto y ponlos en práctica del primero al último. Verás cómo te conviertes en el centro de las miradas al borde de la piscina y donde quiera que vayas. Podrás disfrutar de una piel radiante propia de una celebrity de Hollywood y de un verano de película.

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