Ya sea que utilices siempre calzado cerrado o te guste moverte con los pies descalzos, los dedos, talones y empeines se resienten, sufren sequedad y, más temprano que tarde, generan molestias varias (ampollas, durezas o grietas). Para impedirlo te recomendamos algunas técnicas sencillas para cuidar e hidratar los pies en cualquier época del año y estés donde estés.
Proteger e hidratar los pies los 365 días del año
El cuidado de tus pies no se toma vacaciones. No obstante, durante el verano su piel sufre especialmente y reclama mayores cuidados. Distinta a la del resto del cuerpo, es gruesa y tiende a ajarse y a endurecerse con mayor facilidad. El hecho de estar al aire libre y expuesta al sol la predispone además a la deshidratación.
Por estas razones tus pies precisan una hidratación profunda que evite que se sequen y que su piel, auténtico escudo protector, se resquebraje. Para cuidarlos no solo durante la época estival sigue al pie de la letra estos consejos y mantén tus pies siempre relucientes y sanos. Toma nota:
— Lava tus pies a diario. Lavar los pies no es lo mismo que dejar que el agua jabonosa caiga sobre ellos cuando tomas una ducha. Lavar los pies implica dedicarles al menos cinco minutos para masajearlos, rasparlos con los dedos y mimarlos un poco. Es un modo de brindarles un plus de humedad. Un detalle asociado consiste en secar muy bien tus pies tras un baño o lavado. De este modo, prevendrás la aparición de hongos entre los dedos o debajo de las uñas. Para ello, no camines con los pies descalzos en lugares públicos como piscinas comunitarias o duchas de un club.
— Humecta tus pies después de la higiene diaria. Hazlo con pequeños movimientos en forma de círculo, sobre todo, sobre las zonas más vulnerables. Utiliza para ello una crema hidratante lo suficientemente densa como para cumplir su función en la zona de los talones y de la planta de los pies, que es especialmente sensible a los cambios de tiempo y de humedad. La capa protectora que aporta la crema sirve para retener el agua de las células e impedir que esta se evapore y se pierda.
— Haz un tratamiento pro-humectación por la noche. Usa para ello una crema para pies de uso nocturno (suele ser más densa que la de uso diurno) y aplícate esta especie de mascarilla. Cubre después tus pies con calcetines 100 % algodón. Ello hará que la crema surta efecto y penetre mejor en tu piel.
— Hidrata tus pies también en la playa o al borde de la piscina. Hazlo con un fotoprotector de calidad que cumplirá dos funciones fundamentales: proteger la piel de tus pies del sol, de sus rayos ultravioletas (UV) y de las inclemencias del clima que contribuyen a su resequedad.
— Una vez por semana, haz un spa de pies. Agua caliente y sal gruesa con algún aceite esencial. No solo se sentirá agradable, estarás proveyendo de humedad y confort a tus pies. Ese día, hazte la mascarilla para pies nocturna con la crema de siempre, pero en lugar de cubrir los pies con calcetines de algodón hazlo con papel film (el transparente que utilizas para cocinar y proteger tus alimentos en la nevera).
— Exfolia cada cierto tiempo tus pies. Emplea para ello una lima para pies o la tradicional piedra pómez. Ayuda a eliminar durezas y fomenta la renovación de la piel, en especial, en la zona plantar y en el talón. Si vas a la playa, camina por la arena. En cualquier estación del año contribuye a exfoliar los pies y a mejorar la calidad de piel. Los microcristales de la arena rozan la zona plantar lijándola y alisándola. ¿El resultado? Una piel suave y sin callosidades.
— Masajea tus pies con frecuencia. Resulta una técnica sencilla para detectar anomalías o zonas que estén secas o poco saludables. Ello te permitirá saber qué calzado está produciéndote daños o dónde colocar abundante crema o una tirita a tiempo, antes de que un dedo se lastime y duela.
Dedica tiempo al cuidado de tus pies y de su delicada piel
Recuerda hacerlo con cremas especiales que aporten lípidos y, preferiblemente, que contengan urea entre sus ingredientes. Si puedes elegir, opta por artículos de cosmética y belleza de calidad específicamente elaborados para este fin y para la zona de los pies. Nos referimos a los que se adquieren en tiendas de venta profesional de productos de estética para la mujer. ¿Por qué evitar productos no seguros o de calidad dudosa? Pueden generar reacciones alérgicas y, al no absorberse inmediatamente, producir un indeseado efecto graso.
Ahora que conoces los mejores trucos para cuidar, hidratar tus pies y mantenerlos cien por cien saludables todo el año, ponlos en práctica del primero al último y disfruta de los resultados. Tus pies lucirán radiantes y se sentirán livianos como nunca.